Tres:Termino de trabajar, Dos cañas. Big Mac con patatas y McNuggets. Macallan con una piedra de hielo.
Cinco: Siesta.
Nueve de la noche: despierto.
Diez y cuarto: Café y pantera rosa (con un 33% más de leche) mientras leo el periódico.
Once: Un par de pelis, terror barato pero entretenido, no hay pelis de terror buenas.
Una y media: Empiezo a cenar: pizza con pepperoni. Cacique 500 con otra piedrecita.
Tres y media: Partido de la NBA en la tele, pero ya es hora de irse al sobre.
Lo de cuasiperfecto es porque no tenía nuevos capítulos de House ni Californication, ésta última os la recomiendo, mi nueva adicción, tiene uno de los mejores comienzos que recuerdo.
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2 comentarios:
Lástima del Macallan. Era uno de los whiskyes más ricos que había, pero desde que hicieron chorradas con la botella (y el consumo hizo imposible mantener el pase por sherry casks) se ha convertido en algo apenas mejor que el puto Glenfiddish. Yo estoy centrado en el Lagavullin.
Una jornada muy equilibrada la tuya, btw. Y a mí, advierto, también me ha hecho gracia lo poco que he visto de Californication.
Probaré el Lagavullin y ya te contaré Hans. Sigue Californication, mejora con el tiempo
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