Después de otro fin de semana liadito, en barbacoas, piscinas, cines y gintonics en terraza, conseguí descansar el domingo. Pero cuando empieza la semana todo cambia, joder, es que la gente no se va de vacaciones. El lunes estuve trabajando hasta altas horas de la tarde, el martes acabe tan quemado de la oficinita, del teléfono y de otras cosas, que decidí irme a casa a las tres en puntos e irme con D., totalmente relajado, a echar un par de pises en su piscina y jugar los mejores nueve hoyos que he hecho nunca, y luego otra vez a la piscinita y hoy día presuntamente tranquilito, a resolver problemillas familiares y al tanatorio por el padre de un amigo. Mañana liada la tarde también, pero el finde me voy a la playa.....jejeje.
Aunque sean sólo dos días.
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