POWERPOP Y ALGO MAS: I´M BACK (1ª PARTE)

Por fin..... No, ni me he muerto, ni me han detenido en los Estates, ni me he quedado jugando en Las Vegas (qué pena), ni he abandonadao la actividad blogera, simplemente y para variar, no he tenido ni ui minuto para actualizar, pero bueno, allá vamos, hace un mes salía de Madrid, dirección San Francisco donde estuve unos días. El viaje, como era de esperar un coñazo, escala en Amsterdam para luego pillar vuelo directo a S.F. pero la verdad es que los orfidales del Nanas surtieron efecto, echaron tres pelis en el avión y no vi ni una. Luego, en la ciudad, todo espectacular, desde el hotel, la gente, hasta todo lo que vimos. Aparte de San Francisco, hicimos unas cuantas escapadas a Sausalito, Tiburón, Alcatraz y sobre todo la increible "17 Mile Drive":http://www.pebblebeach.com/ , carretera que une Monterrey con Carmel "by the sea".

Bueno, después de seis días, nuevo avión y "tachán, tachán" en una hora y media ahí estaba, en La Vegas. Al llegar al que dicen que es el segundo hotel más grande del mundo lo primero que te dan es un plano para que no te pierdas. Yo decía, vaya tontería, con lo bien que me oriento yo, y unos cojones, pasé por delante de la mesa de Black Jack donde estaban jugando los mismos japos unas tres veces. El primer día lo dedicamos a visitar unos cuantos hoteles, todos ellos espectaculares, tanto por dentro como por fuera. Pongo las fotos de algunos de ellos:

Para el final del día y como buen trekkie dejé la visita al Hilton para entrar en "The Star Trek Experience", sin palabras, dos espectáculos, una invasión klingon y una abducción borg de los que salí llorando de emoción creyéndome un verdadero tripulante de la Flota Estelar. Después devoré la tienda de souvenirs treekkies.

Y ya, después de un día tan demoledor emocionalmente, llegó la noche, aunque no creais que hay tanta diferencia en L.V. entre el día y la noche, ya que están todo el día jugando sea la hora que sea. Después de una buena cena y alguna copa, dejé a mi acompañante vulcaniana descansando y empezó mi periplo nocturno de juego entre mesas de black jack y texas holdem. De esas noches tampoco es necesario hablar mucho, así, en resumen, perdí dinero, bebí mucho (mientras estás en las mesas, todo lo que fumes y bebas no cuesta nada), y me reí mucho con algunos de mis compañeros ocasionales de juego. Fueron cuatro noches jugando hasta las cuatro de la mañana con sus respectivas mañanas en las que me mantenía en pie como podía, ya que cumplí mis pactos, ni hice el mal con las señoritas de barras de strip y me levanté como un jabato a las nueve para hacer alguna que otra visitita fuera del street, con lo bien que se estaba.

Unas últimas fotos